Hoy quiero recordar a un gran perro Vito de Covalta.
Un perro con un gran corazón, que lo daba todo en el campo de trabajo, en la vida familiar, y con el que aprendí mucho.
Gracias Vito por todo los hijos que nos distes, gracias por darme a Nico de Covalta, para seguir evolucionando, y disfrutando del mundo del trabajo deportivo
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